“Yo vine a Corrientes a estudiar radiología, me recibí como radióloga en el 2006, hace bastante tiempo. Luego como radióloga descubrí la enfermería e hice enfermería universitaria en la Facultad de Medicina de la UNNE.

Cuando explotó todo el año pasado, era todo nuevo, todos estábamos con miedo, en un comienzo me ofrecí de voluntaria. Estuve como voluntaria. Estuve en el inicio en el call center, lo que era la parte de alta y activación de protocolos. Luego ya pasé a lo que era internación, a la parte clínica médica.

Ingresé en el inicio de la segunda ola en junio de 2021, ingresé cuando explotó todo. Mostraban en los videos y fotos que eran las colas y colas de ambulancias que llegaban desde el interior. Ahí comencé hasta el día de hoy. Con trabajo pero hemos transcurrido unas cuantas experiencias, emociones, alegrías, tristezas…

-Una experiencia muy movilizadora

“Hasta ahora todos los que pertenecemos al equipo del Campaña, tenemos nuestras alegrías y hay momentos en los que nos quebramos porque hemos perdido familia, compañeros se nos fueron, y nunca tuvimos tiempo de llorar. Era seguir, seguir y bueno es como comentaba en una de las publicaciones de Uds.
Noto muchísimo la diferencia, por ahí se hizo mucha política con el tema de las vacunas y se nota muchísimo la diferencia.

Mi primera vez que ingresé con todo el traje de astronauta, como nos dicen, me tocó el primer día sola con 45 pacientes y era ese ruido de falta de aire, de tos, tos, que te queda en la cabeza.

Llegaba a casa y en ese momento yo seguía esa respiración que te queda grabada. Ahora no, si están internados es porque necesitan, requieren oxígeno pero no se ve ese sufrimiento como lo pasaron aquellos que no tuvieron el privilegio de llegar a la vacuna.

-La cantidad de pacientes también disminuyó

Hemos llegado a tener 300 o 380 en terapia, 300 en clínica, y ahora no llegamos a 100. Si bien desde el 30 de diciembre a ahora aumentó muchísimo, un número considerable.

Estuve en la guardia del 30 de diciembre con 19 pacientes en total habíamos hecho 35 o 40 pacientes, y hoy superamos los 50 y solo pasaron 4 días. Está aumentando.

-Es difícil porque todavía hay gente que se niega a vacunarse

Quizás un poco como todo se liberó, bastante se liberó, quizás la mayoría de las juntadas son al aire libre, no se notó tanto lo que fue primavera y ahora,.. quizás en el invierno cuando nos empecemos a juntar en ambientes cerrados, dicen los infectólogos que tenemos un pronóstico feo en cuanto al número de contagiados.

La mayoría de mis compañeros hace dos años que estamos sin licencia, sin vacaciones y lo hacemos de corazón, la verdad que los hacemos de corazón, de 10 a 12 horas, me levanté a las 5 y recién vuelvo (hicimos la nota a las 19 horas).

-Muchos familiares no pudieron despedirse, los pacientes están solos

La cara de miedo de muchos de ellos, sobre todo el adulto mayor.

Las personas mayores que por ahí por las patologías propias de su edad están un poco desorientadas, de repente se encuentran con nosotros que estamos todos así, no nos pueden ni ver la cara y entraban en pánico, con mucho miedo, nos agarraban las manos, nos pedían que nos quedemos.

Por ahí cuando era muy alto el número de pacientes, daba un poco de impotencia en lo personal de no poder compartir un rato con cada uno de los pacientes y poder transmitir un poco de paz. Era seguir, seguir.

Ahora sí, en lo personal, en mi última guardia que estuve en clínica el otro día, me dedico a hablar un poco más con los pacientes, a hacer un intercambio porque extrañan muchísimo.

Sobre todo por la incertidumbre que tienen. Ellos ven que quizás alguno que estaba al lado, estaban hablando, ya pasó a terapia o se va a la casa y ellos siguen ahí…

Cada uno lo vivió de diferente manera.

En lo personal a mi lo que me pasó con mi nena. Tengo dos chicos, un chico de 15 y una nena de 8 años. El único momento que me dolió fue, en todo ese tiempo trabajando ahí, porque ella no me dice nada, no me reclama nada, pero en una época que fuimos muy atacados como el hospital de la muerte, en redes sociales nos atacaban bastante. Yo hacía turno noche en el hospital y mi nena se despertaba y lloraba, me contaba mi esposo…

La vi llorar un par de veces. Decía mi mamá se va a morir, mi mamá se va al hospital de muerte. Eso fue en lo personal lo único que me dolió. De ver a mi hija sufriendo así por mi vocación, por algo que yo elegí. Pero ahora ya está contenta.

También estamos reforzando mucho la vacunación, la tercera dosis en el hospital. Salgo de la guardia y voy a los puntos de vacunación, y estamos con la tercera dosis.

-Sos de Monte Caseros, formaste tu familia en Corrientes

Vine en el 2001. Hice la primaria en el Departamento de Aplicación y el secundario en el Cárcano. Formé mi familia en Corrientes, me quedé acá pero tengo a mis tíos, mis hermanos, mi mamá y mi papá. Toda mi familia por allá. Ahora no voy casi nunca pero cuando me pueda escapar me escapo.

-Romina te agradecemos por tu trabajo. Esperamos que ésto termine como todos y te deseamos un buen año. Todos han perdido a alguien o quedaron con secuelas.

Yo también tuve Covid, en agosto, me quedé con un poco de infiltración, nada comparado con otras personas.

Perdí compañeros y una abuela, la abuela de mi esposo que vivía con nosotros, fue muy fuerte para toda la familia.

-Muchas gracias por tu testimonio

Si, resaltar lo de la vacunación, es lindo volver a encontrarse y que estemos todos