Si a esto se suma la gran cantidad de material combustible fino disponible, acumulado durante los últimos años por efecto de las lluvias y que no pudieron ser reducidos mediante quemas controladas, las probabilidades de tener incendios rurales-forestales, aumenta significativamente; ya se comienzan a ver banquinas quemadas y en algunos casos estos frentes de fuego han ingresado a los a los campos, subrayó.
Teniendo en cuenta que aún hay zonas dentro de los predios, donde el combustible fino ya está disponible para ser quemado (seco por las heladas), pero los suelos no están aptos para hacer cortafuegos mecanizados (con agua o muy húmedos), se aumentan los puntos o flancos por donde se podrían generar ingresos de fuego.
Además, el sector ganadero en el último año y medio no ha podido quemar la totalidad de la superficie destinada a renovar pasturas por efecto de las lluvias, sobre todo los bañados y que se acerca la época del año en que quemas sus campos.
Por todo lo antes mencionado, la Dirección de Recursos Forestales (DRF) recomienda:
• Repasar los cortafuegos perimetrales e internos de todos los lotes plantados como también los de las zonas de alto riesgo de incendio de sus campos, como cercanía a caminos con mucho tránsito, vías del ferrocarril, zonas turísticas con gran movimiento, etc.
• Estar alertas ante la detección de columnas de humo o incendios en campos o banquinas y dar aviso a los números de llamadas gratuitas 100 ó 911.
• Planificar sus quemas, solicitando los permisos correspondientes, según Ley 5590, a la Dirección de Recursos Forestales.
• Estar atentos a los índices de riesgo de incendios diarios emitidos por la DRF.
• Elevar los alertas internos en cada organización de bomberos para actuar de manera rápida ante la probabilidad de ocurrencia de incendios.
Fuente: Ministerio de la Producción
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