MONTE CASEROS | 17/08/2014
Acto oficial: 164º aniversario de fallecimiento de San Martín
Ésta tarde se realizó el acto oficial en homenaje al general San Martín en la intersección de las calles Juan Pujol y El Libertador donde se encuentra emplazado el monumento en su honor.

En una jornada muy calurosa participaron instituciones educativas, fuerzas de seguridad y público en general.

Tal como estaba previsto a las 14.55 horas fue colocada a media asta de la bandera nacional

A las 15 horas se realizó un minuto de silencio y entonación del himno nacional con el acompañamiento de la banda militar “Humaitá”

En la invocación religiosa el padre Juan Ramón Lezcano resaltó que San Martín cuando creo los granaderos les ordenó que recen. “Los mandaba a la mañana y a la tarde rezar. Los domingos a misa, porque para nuestros próceres Dios era lo que le daba sentido a la libertad.

La fe es algo que da fuerza y norte a la existencia. Nuestros próceres no fueron ateos, ni agnósticos, fueron hombres coherentes con su fe.

San Martín, antes de ir para Chile puso a su regimiento bajo el manto de la virgen del Carmen, a la madre, entonces aprendamos de San Martín: Dios era la fortaleza. Su amor a la libertad, a la patria.”

En la ceremonia se pudieron escuchar discursos plagados de mensajes políticos en los que no estuvieron ausentes los pases de factura.

MIGUEL PARED  

En representación del instituto sanmartiniano, el profesor Miguel Pared expresó lo siguiente:

“Estamos reunidos aquí para realizar un reconocido homenaje al más grande hombre de Argentina y de la Patria Latinoamericana, el General Don José de San Martín en un aniversario más de su tránsito a la inmortalidad.

Hoy como ayer, numerosos peligros se ciernes sobre la Patria Grande Americana y tienen en sus miras y como puntas de lanza a nuestra Argentina, por eso quiero hacer un paralelo entre la gesta sanmartiniana y lo que ocurre hoy en día con nuestro país.

San Martín pensó su utopía libertadora como algo irrealizable tal vez por él, pero que se realizó completamente por el general Simón Bolívar, ya que entre ambos expulsaron totalmente del territorio americano a los godos españoles, cuando aliaron sus fuerzas. No en vano el Padre de la Patria confió su plan secreto a su amigo Rodríguez Peña, cuando en una carta le decía textualmente “…ya le he dicho a Ud. mi secreto, quiero contar con un ejército pequeño y bien disciplinado para pasar a Chile a través de la cordillera de los Andes, y acabar allí con los godos y apoyando a un gobierno de amigos, acabar con la anarquía que allí reina. Aliando nuestras fuerzas pasaremos por mar a tomar Lima en el Alto Perú, ese es el camino y no otro...” remataba.-

Cuando cumplió la primera parte de su plan, es decir la liberación de Chile, cruzó nuevamente la cordillera rumbo a Mendoza, para preparar la segunda fase de su plan. Engañado por el Director Rondeau, fue llamado a combatir a una fuerza española que supuestamente venía a atacar a Buenos Aires y ya en suelo mendocino se le conminó a luchar contra su amigo, Artigas, a lo cual se negó enfáticamente.

Descubierta la mentira de los directoriales porteños, desobedeció las órdenes del gobierno de su patria chica y primo en él, la cordura y el deseo de liberar América del yugo español, y volvió a cruzar la cordillera para proseguir con su acción libertadora. Creyó que otra Patria Grande era posible y tuvo la necesaria convicción para impulsar su construcción.

Por ello no dudó en ceder la gloria y los honores a su amigo Bolívar, porque tuvo la necesaria lucidez y solidaridad como para saber que un proyecto colectivo no importa quien lo inicia y quien lo culmina, porque lo que importa era la concreción del objetivo deseado es decir la libertad americana.

Por eso es que debemos decir toda la verdad, más allá de algunas mentiras históricas que casi siempre han perdurado, ya que en efecto, San Martín no pudo culminar su obra latinoamericanista porque la oligarquía de Buenos Aires y sus cuadros políticos le dieron la espalda, lo abandonaron y le escatimaron recursos económicos y combatientes a cambio de negociaciones deshonrosas con los europeos. También es lógico decir que la oligarquía porteña odiaba a Bolívar tanto como despreciaba a San Martín, llegando al extremo de querer destituirlo del mando el Ejército de los Andes, y como no lo lograron, lo dejaron solo y librado a su suerte en tan noble empresa. 

Debemos saber entonces que el Padre de la Patria no solamente luchó contra los enemigos externos sino también contra enemigos internos dentro de su patria chica: Argentinos! Hoy todavía queda un largo camino por recorrer para que se concrete ese sueño latinoamericanista, muchos enemigos lo han obstaculizado, pero las banderas siguen en alto, la utopía sanmartiniana no ha muerte y el pueblo de la Patria Grande se encargará de concretarla desafiando las nuevas condiciones que impone el capitalismo bárbaro del siglo XXI, ante tantos “buitres” de adentro y de afuera que acechan a nuestra patria chica, es necesario elevarse, cual cóndores de la gesta sanmartiniana para erradicar tanta ignominia del suelo americano y de nuestra propia Nación. 

Estamos convencidos que la utopía de la Unión Americana, como lo soñara San Martín y Bolívar, tarde o temprano se realizará, pues creemos que otro mundo es posible solo si tenemos la suficiente convicción subjetiva como para comenzar a construirlo sin desconocer los factores que objetivamente lo condicionan, porque la historia es independiente de la voluntad individual, de cada uno, pero nunca de la voluntad colectiva de los pueblos.

ARACELI MARTÍN 
 
La profesora Araceli Martín, directora de la escuela 646, se dirigió al público con las siguientes palabras:

“Nos reunimos hoy, como todos los años para celebrar los 164° aniversario del fallecimiento del general San Martín, grande como era nunca buscó el bronce pero si la única forma de inmortalidad incuestionable y probada como lo es la presencia en la memora de su pueblo. 

Todos los años, cuando nos disponemos a preparar éstas palabras, comenzamos a repasar las diferentes facetas de la vida de éste increíble argentino.

Vemos año tras año que lo más cautivante en él es su vida interior, sus principios, sus ideas, sus reflexiones, sus demostraciones de ejemplar ética y moral. 

Es así que siempre escogemos una frase que sintetice el contenido del mensaje que hoy queremos transmitir.
Éste año partimos de una de sus reflexiones que demuestra cuanto le preocupaba su tranquilidad de espíritu: “La conciencia es el mejor juez que tiene un hombre de bien”.

Cuánto fuerza y convicción ciudadana poseen éstas doce palabras y cuanta actualidad local también.

Si tan solo nos pusiésemos a analizar las circunstancias que vivimos a diario podremos notar que resulta muy difícil traducir éstas palabras en nuestras acciones ciudadanas, sobre todo cuando nos creemos indispensables, inigualables, o cuando enarbolamos la bandera de una supuesta humildad o sensibilidad obrera con el solo objetivo de confundir a la opinión pública y manipular a la masa teniendo como mayor premisa ambiciones personales, mezquindades, de supuestas elites, que todo lo saben, todo lo hacen bien y lo más frustrante es que en las escuelas día a día trabajamos en valores tales como la generosidad, la empatía, el respeto, la verdad, la participación, la opinión constructiva y sobre todo la conciencia ciudadana. 

Día a día, como docentes destacamos, trabajamos, educamos en esos valores a cada uno de nuestros gurises y sobre todo reclamamos la presencia de éstos en los diferentes ámbitos sociales, pero surgen esas contradicciones, contradicciones que no tienen ninguna conexión, ningún punto en común con las acciones que realizaron Moreno, Juana Azurduy, Belgrano, Güemes, Artigas, Bolívar o San Martín, para darnos el magnífico país o el fructífero espacio latinoamericano que hoy tenemos.

Contradicciones que deben ser tan grandes ya, que hasta nuestro querido papa Francisco se mostró atento y preocupado por la realidad que se vive, al señalar que la necesidad de hablar mal del otro indica una baja autoestima, es decir, yo me siento tan abajo que en vez de subir, bajo al otro, hasta nos aconseja olvidar rápido lo negativo pues es sano hacerlo.
Entonces, ciudadanos que hoy domingo, que muy bien podría ser familiar, nos encontramos reunidos para homenajear a éste gran hombre, intentemos, o mejor dicho re ejercitemos nuestra convicción de la opinión propia, pues porque nuestras bocas no utilizaron nuestras palabras. 

Re ejercitemos nuestra capacidad de organizarnos pues no existen los imprescindibles, todos podemos hacerlo.
Re ejercitemos la participación sincera. Resulta muy molesto encontrarnos con personas que custodiando férreamente intereses personales intentan embrollarnos y manipularnos. 

Re ejercitemos nuestra percepción porque muchas veces el caos no es tal. 

No dejemos que la burla, el insulto, la agresión, la degradación que pretendieron y aún pretenden apoderarse de nuestra vida diaria prolifere de la mano de ciertas operaciones mediáticas que contribuyen o avivan el escarnio.

Y si, debe tener razón Francisco I, debe existir un problema de autoestima.

No dejemos que la pasiones ocupen el lugar de la razón, recuperemos el sentirnos constructores del presente y del futuro de nuestro pueblo o tal vez todo tiene relación con lo que días atrás dijo nuestra presidente quien por el lugar que ocupa acostumbra generar amores y desamores.

Ella expresó que para ser San Martín no hace falta que tengas el caballo blanco, el birrete, el sable, o que te pongan en un diario como el salvador de la patria, sino tener el coraje y la honestidad de decir como son las cosas y no engañar a la gente. 

En mis propias palabras: coraje y honestidad no son sinónimos de anonimato.

MIGUEL OLIVIERI

El intendente contador Miguel Olivieri, a su turno, manifestó:

“El 17 de agosto de 1850 fallecía en Francia Don José de San Martín, sin duda uno de los hombres más recordados de nuestra historia. Su gesta heroica lo llevó a través de los Andes a liberar Chile y luego Perú. Fue partícipe además de la libertad definitiva de su patria, nuestra patria, junto a Bolívar participaron del objetivo mayor que fue dar independencia a toda Sudamericana. Este hombre de apariencia incansable ejemplo en nuestras vidas, nos marcó el rumbo, pero que poco hemos aprendido algunos, que triste es para otros vivir hoy sin haber si quiera encontrado sentido a aquella historia de lucha para alcanzar la felicidad de nuestros pueblos.

Nuestro pueblo está viviendo como nunca una oportunidad histórica. Todos se expresan libremente, alguno, la mayoría, bien intencionado, y otros por suerte los menos, con una verborragia despiadada, signo de haber estado callados tanto tiempo.

Es muy bueno expresarnos, es más bueno aún, participar y éstos encontranazos que vivimos a diario es la mejor señal que estamos creciendo como sociedad. 

No propiciemos los desencuentros pero seamos cautos y luchemos por algo mucho mejor que comienza a aflorar. De cara al futuro, éste futuro que es hoy y debemos copiar la modestia y el apocamiento de un hombre común como San Martín que nos debe servir de ejemplo.

Les digo que no es agraviando y menospreciando a nuestro pueblo como se ganan las batallas, no es con la boca y con los gritos desaforados como se construye el futuro. El futuro de nuestros hijos se construye con las manos, las piernas, con la mente pero sobre todas las cosas con el corazón. Ese corazón que nos hace amar a nuestros semejantes y son semejantes porque por más que nos creamos los gobernadores que estamos un escalón por encima de nuestro pueblo es todo lo contrario. 

Creo que ya hemos aprendido en éstos tiempos que ni la soberbia, ni la difamación, ni la utilización de algunos medios puede cambiar la historia.

Sigamos entonces el ejemplo de San Martín que hablaba y vestía con sencillez como un hombre común, como aquel hombre que había dado libertad a medio continente. A veces las apariencias engañan, sobre todo cuando dicen que amamos a nuestros pueblos, en realidad lo que queremos es utilizar al pueblo para lograr nuestros propios objetivos personales en desmedro del ciudadano.

Los tiempos cambian, los desafíos también, los pueblos nos reclaman un desarrollo común, que cada hombre, mujer y sobre todo niño puedan llevar una vida digna, aunque en éstos tiempos aquellos que detentan el poder para buscar su propio interés y la persecución de fines de egoístas, la mayoría de las veces a través de la corrupción. Tenemos que tomar conciencia todos los ciudadanos que solo teniendo un objetivo común podemos lograr el desarrollo de nuestros pueblos.

Que nos de seguridad a todos y una perspectiva mejor que la incertidumbre que quieren imponernos algunos. Solo con la palabra y sin poner el hombro para asegurar el bienestar de nuestros niños y si piensan que con la boca nos van a hacer creer que somos nadie, que nada podemos hacer, recordemos que éste hombre al que hoy todos recordamos no solo era un hombre como todos sino que lo sentía de ese modo.

San Martín humildemente sentía que había hecho todo lo que estuvo a su alcance por el bien de esta patria que tanto amaba.

Por eso casereños no podemos hoy recordar de mejor manera a éste hombre íntegro que mirando hacia adelante, con el pecho erguido y con la frente siempre en alto”.

Posteriormente se realizó la colocación de ofrendas florales al pie de monumento y se entonaron las estrofas himno a San Martín ejecutado por la banda militar Humaitá.

Fue puesto en escena un cuadro artístico por parte del ballet y coro “Cunumí” de la escuela 646.

Para finalizar autoridades municipales y educativas efectuaron el arrío del pabellón nacional.

Todas las imágenes en el Facebook: Radio Austral Correntina

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