Por estas horas existen dos hechos que desvelan a los investigadores de la Policía de Corrientes, que aún no encuentran una respuesta concreta sobre sendas muertes ocurridas en Itatí y Paso de los Libres respectivamente.

El jueves cerca de las 19 un joven de 23 años fue acribillado a balazos en un lavadero de Itatí y si bien hay sospechas sobre el presunto autor, hasta ahora no hay detenidos y por ende tampoco se conocen las verdaderas causas del homicidio.

El otro enigmático caso saltó a la luz el viernes 8, alrededor de las 5 de la tarde, momentos en que llovía con fuerza en la zona del río Miriñay. Dos pescadores descubrieron una bolsa de consorcio en un cauce secundario del lecho, a la vera de la Ruta Nacional 123, entre las ciudades de Mercedes y Paso de los Libres.

Estaba envuelto en plástico negro y atado al pesado disco de embrague de un automotor a modo de contrapeso para que lo mantenga en las profundidades.

El cadáver a la vez estaba apretujado con alambre y ya se hallaba en avanzado estado de descomposición, por lo cual se cree que llevaba varios días a la intemperie.

Vestía en la parte de abajo solamente un calzoncillo, en tanto que en el torso llevaba puesto una remera y un buzo, según precisaron los testigos.

La Comisaría Segunda de Paso de los Libres lleva a cabo la investigación aunque no deja de sorprender que hasta ahora nadie se haya presentado a reclamar por el cuerpo teniendo en cuenta que sigue como NN, según confirmaron ayer fuentes oficiales.

Con respecto a Itatí, familiares y amigos de Miguel Angel Zalazar marcharon por las calles de la localidad exigiendo el esclarecimiento de su muerte.

Desde la investigación estiman que el caso tiene las características de un crimen narco. Alguien desde un automóvil abrió fuego sin mediar palabra y mató al joven de un balazo en el rostro.

Hay muchas especulaciones en torno al motivo del hecho, sin embargo nada concreto teniendo en cuenta que resta dar con el presunto autor.

Los investigadores apuntan a Eduardo “Bebecho” Zacarías Brítez como el presunto autor del grave ataque que terminó con la vida del empleado del lavadero.

Los pesquisas, e incluso el propio jefe de Policía, Eduardo Acosta, no descartaron que el caso guarde relación con el narcotráfico y una presunta guerra entre bandas.

Por otro lado, el ministro de Seguridad de la provincia, Horacio Ortega, aclaró ante FM Sudamericana que “todavía no se conoce el móvil del asesinato” y que lo único que tienen es un sospechoso que está prófugo. Pese a esto subrayó que “en el pueblo también vive gente decente, no podemos decir que todos están metidos en el narcotráfico”.

También una docente de Itatí identificada como Griselda Aquino habló de la muerte de Miguel Zalazar. “No sabemos si tiene que ver con la droga, pero el crecimiento del narcotráfico es producto de la desidia, la pobreza y la falta de trabajo”, remarcó la docente al describir la realidad que se vive.

Fuente: El Litoral