| 29/05/2023
Aniversario del Ejército y del Regimiento 4
El 29 de mayo de 1810 se produce la creación del Ejército Argentino. Por un decreto de la Primera Junta de Gobierno, se organizan las primeras unidades del ejército sobre la estructura del ejército virreinal. A partir de ello se ha instituido en la fecha el Día del Ejército.

Entre las unidades creadas por la Primera Junta de Gobierno, estuvo el Regimiento 4 de Línea, formado sobre la base de las Milicias del Tercio de Cántabros Montañeses. Parte del regimiento participó en la Batalla de Suipacha. En 1812, integró el ejército que sitió a la ciudad de Montevideo, en poder de los realistas. El 31 de Diciembre de ese mismo año los 4 y 6 de Línea derrotaron en la Batalla del Cerrito a fuerzas realistas muy superiores que, bajo el mando del Mariscal Vigodet salieron de la plaza a intentar romper el sitio. En 1826, parte del Regimiento 4 se embarcó como infantería de marina en la escuadra argentina al mando del Almirante Guillermo Brown, que derrotó a la escuadra brasileña en las batallas de Los Pozos y de Juncal, ambas en el Río de la Plata, mientras otras partes del cuerpo guarnecían a la ciudad de Buenos Aires y a la isla de Martín García. En la Guerra del Paraguay el 4 de Línea se batió con determinación en las batallas de Yatay, Uruguayana, Tuyutí, Yatayty Corá, Curupayty y Lomas Valentinas hasta terminar su campaña con la ocupación de la ciudad de Asunción, capital del Paraguay. Además de su reconocida actuación en conflicto de Malvinas. El Regimiento 4 tiene asiento en Monte Caseros.

LA INCREÍBLE HISTORIA DE UN CURA Y UNA BANDERA

Esta es la increíble historia de un cura en las Islas Malvinas durante el conflicto bélico de 1982. Vicente Martínez Torrens, es un sacerdote de la Orden de San Francisco de Sales, es decir un Salesiano, conocida la obra por Don Bosco.

Fue el primer sacerdote que llegó a las Islas el 3 de abril después del desembarco recuperador de nuestra soberanía.

El cura Martínez, como era conocido, escribió los manuscritos y sacó las fotos que ilustran su libro llamado: "Dios en las trincheras" que contiene más de 200 cartas que le hicieron llegar los argentinos que combatieron en las islas.
Al llegar a Malvinas en un Hércules C-130 (la chancha) este cura tenía 41 años, su primer destino fue el que hasta entonces ocupaban las tropas inglesas, La Royal Marines. Armado con la cruz y una "birome" a pie, en jeep o en un helicóptero, este ángel uniformado recorrió Soledad y Gran Malvina, llevando consuelo espiritual, o celebrando Misa y en otras ocasiones dando la extremaunción, para acompañar con la palabra de Dios a los más de 11 hombres que componían el ejército de recuperación.

El cura Martínez, se escabulló entre las tropas inglesas, tres días después de la rendición, (alto el fuego) llevando sus notas minuciosamente foliadas y un archivo con la lista de las 326 bajas argentinas.

Este religioso salesiano, designado por el Benigno Roldán, para dar los servicios religiosos a nuestras tropas, hizo más que eso, curó heridos y personalmente dio cristiana sepultura a los cadáveres argentinos.

Cuando terminaban de revisar y acomodar a los últimos heridos que volvían al continente el 15 de junio, un joven soldado herido se le acercó diciéndole: "padre usted es el único al que puedo encomendar ésto" entregándole un bulto que contenía dos improvisados envoltorios, " ... no puede caer en manos enemigas".le dijo aquel soldado al cura
.
El padre Vicente abrió los paquetes y ocultó prolijamente el contenido entre sus ropas, se escabulló entre las patrullas inglesas, cuando aun se escuchaban algunas detonaciones de las últimas escaramuzas que se daban ante las exhaustivas requisas que ejecutaba el enemigo.

Al llegar al remolcador Yeguin que lo llevaría con destino al rompehielos Almirante Irizar, que se había acondicionado a modo de hospital, para recibir a los heridos, sintió que la misión que le había encomendado aquel soldado, llegaría a buen termino.

"Cuando una bandera se pierde en guerra, no se repone, se reconquista".

Después de cuatro largos meses llegó a Monte Caseros e hizo entrega de la bandera del Regimiento de Infantería 4, formado ante él, solamente con el asta desnuda de bandera.

Este fue el encargo que le diera aquel soldado argentino, aquél que sabía que los ingleses buscaban los banderines de los regimientos argentinos, para poder canjearlos por los que el ejército británico perdiera en las invasiones inglesas y que se exhiben hoy en la iglesia de Santo Domingo.

Esa insignia argentina del Regimiento 4, con los colores azul y blanco tiene origen en 1814 en el sitio de Montevideo, en los combates de Juncal y Uruguayana y durante las contiendas de Malvinas.

La inteligencia británica incluida en todos los regimientos buscaban afanosamente la bandera de los regimientos argentinos, la consigna fue dada antes del primer combate, se ordenaba que se capturasen todas las banderas argentinas.

Imagen de la bandera mencionada que se encuentra en el Museo del Regimiento 4.

Felicidades a todos los integrantes del Ejército Argentino!!!

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