El Gobierno provincial apura un plan de contingencia para intentar controlar la dispersión del virus SarsCov-2 en unas quince comunas del interior. Se avanza en la descentralización del Laboratorio Central y en la contratación de nuevos profesionales para atender la demanda.

Las autoridades agilizan las negociaciones con los privados para descentralizar los testeos. Se busca equipar a las localidades de Goya, Santo Tomé y Paso de los Libres, para montar en esos lugares laboratorios con el fin de que los resultados de los hisopados no dependan exclusivamente de Capital.

Además, se amplió la capacidad del call center con más equipos y personal, mientras negocian con las obras sociales para que se sumen a los centros de llamadas, que hoy no dan abasto. La idea es que no haya interrupciones las 24 horas.

La metodología seguirá siendo la misma. En toda localidad donde se desate un brote, se aplicará una cuarentena estricta para intentar no perder la trazabilidad de los casos.

Pero se buscará no afectar las actividades productivas que se encuentran en su época de mayor trabajo.

El gobernador Gustavo Valdés se hará presente con todo su equipo en cada localidad que deba enfrentar una brote.

La mayor preocupación del Gobierno hoy es la comuna de San Roque, donde trabajan contra reloj para intentar controlar los contagios.

El plazo que se fijó es de una semana más, como en Capital para dar por controlado el brote.

Las autoridades mantienen el ritmo de 800 a 1.000 hisopados por día para no perder la trazabilidad del virus y apuntan directamente a bajar la movilidad para evitar la circulación comunitaria, cuya posibilidad aún se mantiene latente.

Fuente: El Litoral