uan Giménez trabaja en Córdoba desde hace cuatro años. Ayer regresó a su pueblo, Monte Caseros, para visitar a su familia, pero cuando se dirigía a la vivienda familiar fue atacado por una patota que lo asaltó. Recibió seis puñaladas y su vida corre peligro.
Un vecino, identificado con el apellido Portela, intentó socorrerlo, pero los maleantes también lo hirieron.
Resultó con al menos ocho heridas de cuchillo y está internado en Paso de los Libres. Los médicos aseguran que su estado de salud es delicado.
Por el hecho hay un solo detenido, aunque los familiares de Giménez aseguran que el sospechoso “no es quien lo apuñaló” y sindicaron como el autor de las lesiones a un joven de 20 años apodado “Bebe”, quien se habría atribuido el ataque y seguiría en libertad.
La versión policial difiere de la que dieron los familiares de la víctima del ataque y aseguran que las lesiones fueron resultado de una riña callejera y que tienen detenido al autor.
ATAQUE EN LA NOCHE
“Le pido a Dios que salve a mi papá, porque hace años que no lo vemos”. Entre llantos, Yohana Giménez lamenta la situación de inseguridad del que fue víctima su padre, cuando caminaba por la calle Fragata Sarmiento casi Italia, detrás del cementerio de Monte Caseros. El hombre fue abordado por un grupo de jóvenes que intentaban robarle, pero cuando quiso escapar lo cercaron y lo apuñalaron. “Le cortaron todo para robarle la billetera”, aseguró Yohana.
La víctima había llegado a Monte Caseros desde Córdoba con el ómnibus de las 4. “Los patrones le dieron franco por el feriado largo y vino a ver a su familia, porque hace años no venía”, contó una de sus hijas.
Aproximadamente a las 5 fue atacado por una patota a pocos metros de la casa de una de sus hijas. El hecho fue advertido por un vecino, Portela, quien acudió en su ayuda, pero los maleantes al no poder amedrentarlo también lo atacaron a cuchillazos.
Ambos quedaron tirados en la calle luego de haber sido lesionados.
El caso de Giménez es el más afectado ya que una de las heridas le cortó la circulación en una arteria coronaria y también tiene lesiones en el pulmón.
Ambos fueron llevados al hospital local, Samuel Robinson donde se les realizo las primeras curaciones pero ambos, por la gravedad deben recibir tratamientos de complejidad y deberían ser trasladados a otro centros de salud, según los familiares.
“A mi papá lo encontramos inconsciente, pero el otro hombre estaba despierto y nos contó que fue Bebe quien los atacó”.
El referido “Bebe” sería un joven de ese mismo barrio sindicado como integrante de una patota que asedia el barrio. La mujer aseguró que el joven se atribuyó el hecho y que hasta le mostró un cuchillo cuando pasó frente a la casa. Tras esto, “hice una denuncia y dijeron que no pueden hacer nada hasta que venga el jefe de la Policía”, afirmó Yohana Giménez, pero aseguró que el agresor no fue detenido y que “sigue libre y nos amenaza”.
La mujer reclamó a las autoridades policiales que “así como la otra vez hicieron un allanamiento, queremos que vengan al barrio y detengan a los que le apuñalaron a mi papá”.
Y además advirtió: “Queremos que la justicia intervenga porque si no, haremos justicia por mano propia, porque los policías no actúan, tienen miedo”.
Asegura que el supuesto atacante, “se burlaba de mí cuando iba al hospital a ver a mi papá y me mostró el cuchillo. Me decía: ‘Nadie me vino a buscar’. Yo vivo en el barrio y tengo miedo por mí y mis hijos”.
VERSIÓN OFICIAL
La versión oficial dice que los dos hombres fueron atacados en una casa de la calle Catamarca y Fragata Sarmiento, detrás del cementerio, una zona conflictiva de la ciudad de Monte Caseros.
Indicaron que aparentemente Portela y Giménez estaban en la casa de un tercero, Carlos Miño, con quien compartían bebidas alcohólicas, contexto en el que se generó un entuerto.
Como resultado de esto, los tres se tomaron a golpes y fue así que Miño hirió con un cuchillo a los otros dos.
Cuando llegaron los policías, a bordo de una camioneta encontraron a los dos hombres heridos y a Miño dentro de su casa y fueron a buscarlo. Lo detuvieron y ahora está acusado de haber causado las lesiones graves que ponen en riesgo la vida de los dos hombres.
PRESENCIA POLICIAL
El ataque en el que resultaron heridos Giménez y Portela fue en el barrio Las Termas, donde el domingo pasado los policías fueron expulsados a piedrazos cuando intentaron intervenir porque un grupo de personas intentó incendiar una vivienda. En la oportunidad hubo un efectivo herido de un puntazo en el cuello y otros tres fueron apedreados.
Tras este episodio acudieron al lugar equipos especiales y antimotines de la Policía, llegados desde Curuzú Cuatiá y Mercedes. Detuvieron a ocho individuos, entre ellos a dos jóvenes de 15 y 17 años que se hallaban dormidos en sus casas y dos ancianos, de 73 y 62 años.
De los ocho sólo quedan apresados tres y según las organizaciones de Derechos Humanos, con escasas pruebas de que hubieran participado de la refriega.
Respecto de esto, de manera oficial el Ministerio de Seguridad de la Provincia informó que “los detenidos pertenecen a bandas que se dedican al narcomenudeo en la ciudad de la triple frontera”. Aunque las fuerzas federales ni la Justicia Federal tomaron (aún) intervención alguna en el caso.
Distintas fuentes consultadas por este diario manifestaron que dos de los aprehendidos fueron trasladados a la Alcaidía de la localidad de Curuzú Cuatiá, en el mismo edificio donde funciona la sede de la Unidad Regional III. Un tercer detenido permanecía alojado en el destacamento policial de Monte Caseros. En tanto, las restantes cuatro personas, entre ellas una mujer y dos menores de edad, recuperaron la libertad.
Fuente: Nortecorrientes.com.ar
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