Recibieron 5 años y 5 meses de prisión, precisó ayer la prensa entrerriana.

Revelan que las tres personas fueron detenidas, imputadas y procesadas por trata de personas con fines de explotación sexual en el año 2009, en la ciudad de Chajarí.

Fueron juzgadas tres años después pero quedaron absueltas por el Tribunal Oral Federal de Paraná.
En 2015, ese fallo fue anulado por la Cámara Federal de Casación Penal y en octubre de este año se realizó un nuevo juicio, esta vez abreviado, en el que las tres fueron condenadas a más de cinco años de cárcel.

Se trata de José Antonio Romero, alias “Neio”, de 48 años, oriundo de Corrientes; Guadalupe Insaurralde, alias “Chela”, de 44, nacida en Santa Fe; y la brasileña Natividade Izildihna Leao, alias “Izi”, de 42, domiciliada en Chajarí.
Eran regentes o propietarios de cuatro prostíbulos, todos de la zona de dicha ciudad del departamento Federación, próximos a la “ruta del Mercosur”: “Tekila”, “El Portal”, “Momentos” y “La Farola”.

Captadores

Según la investigación, los tres conformaban una organización dedicada a captar mujeres para la explotación sexual. Familiares y allegados de Insaurralde radicados en la ciudad de Santa Fe contactaban a mujeres y las engañaban con promesas de un trabajo y un futuro promisorio.

Leao hacía lo propio en otras localidades. Luego, las mujeres eran trasladadas a los prostíbulos y sometidas.

Hechos

Los hechos por los que fueron imputados ocurrieron hace 9 años. Comenzó el 29 de octubre de 2009, cuando tres mujeres escaparon de “Tekila”, donde vivían y trabajaban desde hacía algunos meses.

Las ayudaron tres camioneros que un día fueron al prostíbulo a tomar bebidas y accedieron a llevarlas a Santa Fe al día siguiente.

Esa noche se fueron todos al camping municipal Santa Ana de Chajarí para comer un asado.

En un momento, una de las mujeres fue a buscar a su hija de 12 años. Cenaron y se quedaron a dormir en el camping.

El viernes 30 al mediodía, Romero irrumpió en una camioneta Renault Kangoo, se bajó blandiendo un palo y amenazó a las mujeres con romperles las piernas.

Una de ellas se quedó defendiéndose con un cuchillo, mientras que las otras dos y la nena corrieron hasta el destacamento Mandisoví de la Prefectura Naval.

Ese día, dos prefecturianos de la Guardia las asistieron y luego fueron al camping a rescatar a la tercera mujer.
El segundo hecho imputado se investigó a partir de una denuncia en la comisaría de Chajarí, el 18 de enero de 2010.
Una mujer relató que trabajaba como empleada doméstica en San Vicente, Misiones, y fue contactada por Izi, propietaria del boliche La Farola. La brasileña le ofreció trabajo como empleada doméstica, donde ganaría más dinero, le pagó un pasaje de ida y viajó el 6 de enero.

Fuente: El Litoral