En la ceremonia que comenzó a las 10 de la mañana estuvieron presentes el intendente municipal Miguel Olivieri, el comisario inspector Héctor Ayala, el viceintendente Sergio Paniagua, el presidente del Concejo Deliberante Saúl Duarte, el jefe del PRIAR Walter Maciel, ediles municipales y representantes de distintas fuerzas armadas e instituciones de Monte Caseros.

En el principio del acto fue izado el pabellón nacional ubicado en el monumento y posteriormente se colocó la enseña a media asta.

Seguidamente la banda militar interpretó el Himno Nacional Argentino, se realizó un minuto de silencio en memoria de Sarmiento y se entonaron las estrofas el himno en su honor.

A continuación el párroco Diego Villaba realizó una invocación religiosa resaltando la importancia y las dificultades de “educar al soberano… junto al busto de Sarmiento hacemos memoria del ilustre sanjuanino, que tuvo la audacia de divisar un futuro de grandeza y dignidad para el país. Lo hizo con una expresión provocativa, educar al soberano, a todo el pueblo argentino…

Los años han pasado pero la educación sigue siendo una prioridad en Argentina, a forjar a través de una necesaria y eficaz política de estado. Sarmiento no proclamó ésta verdad solo con palabras, sino que empeñó su vida en hacerla realidad”, manifestó el sacerdote.

Luego la docente Daniela Ríos de la Escuela Nº 431 “Cazadores Correntinos” se dirigió al público:

“Nos reúne hoy un nuevo aniversario del fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento uno de los próceres más controvertidos de nuestra historia, y también un intelectual de nuestra vida cultural y política de nuestro país; fue periodista, escritor, político, militar, docente y presidente de la Nación, restructuró el sistema educativo yfue impulsor de la ley de enseñanza pública y gratuita.

Es en honor al “padre del aula” que hoy celebramos el día del maestro, pero más allá de esta romántica concepción con la que se lo recuerda en su himno, hoy los docentes vemos muchas veces empañada nuestra labor.

La consideración social no es la que merecemos cuando con justo y legítimo derecho luchamos por lo que nos corresponde, y es allí donde sentimos que se nos exige mucho más, pero se nos reconoce menos; sin embargo abrimos las escuelas, nos preocupamos por y nos ocupamos de nuestras aulas, en innumerables ocasiones suplimos graves ausencias el Estado, no solamente nos dedicamos a impartir los conocimientos, de cada una de nuestras áreas, también asumimos responsabilidades de higiene, de salud y de alimentación de nuestros alumnos.

En ésta era de la ciencia y la tecnología, muchos colegas siguen ejerciendo en edificios insalubres, con muy pocos recursos…pero a aún así se la juegan por su vocación y no dejan de creer.

¿Por qué frente a tantas adversidades los docentes nunca dejamos de creer? Porque nuestra utopías y los desafíos que nosotros mismos nos proponemos, son los que movilizan nuestra acción, porque somos seres apasionados de nuestra profesión, porque apostamos y sabemos que tenemos enormes capacidades para brindar un sistema educativo de calidad, porque somos los primeros en valorar el derecho inalienable de cada niño, de cada joven, y de cada adulto a recibir educación.

Tenemos los hombros encorvados de cargar pesados portafolios, las manos secas y agrietadas por la tiza, quizás también las cuerdas vocales dañadas, pero todo vale la pena, cuando el pecho se nos ensancha de orgullo y felicidad al escuchar “seño”, “profe”, “me recibí”, “gracias profe”, “te quiero seño”.

Sin lugar a dudas, una de las mayores fuerzas impulsivas es la de un corazón docente, está preparado para orientar, contener, comprender y estimular.

Dios nos regaló maravillosos talentos: la voluntad, la capacidad de amar sin excluir a nadie y la vocación de servicio.

A nuestros gobernantes queremos pedirles que no dejen de acompañarnos, en esta lucha de construir una sociedad más justa, la educación es el fundamento de la cultura, la paz y a vida.

Que la educación pública inclusiva y la igualdad de oportunidades sean una realidad cada vez más fuerte, que se jerarquice nuestra profesión y se revalorice el rol del docente en la sociedad.

No dejaremos nunca de educar a personas capaces de luchar y de exigir sus derechos, estamos formando a los hombres y mujeres del mañana, queremos que ellos vean en nosotros y en ustedes que con esfuerzo, trabajo, estudio, dedicación y amor sacamos el país adelante”.

Y cerrando los discursos la directora de cultura de la municipalidad de Monte Caseros, Leda Novi, dijo:

“Hoy estamos recordando a Domingo Faustino Sarmiento ésta figura emblemática y controversial de nuestra historia.

En su figura como padre de la educación homenajeamos a todos los docentes del país. Los queremos homenajear, sabiendo que nosotros los docentes somos el camino que hay que recorrer.

Los maestros estamos en continua reflexión sobre la educación de hoy y del futuro sabiendo que nuestras decisiones recaen sobre los niños primero porque tienen derecho a una educación y segundo porque serán los futuros hombres y mujeres de ésta Argentina.

No hay mejor manera de homenajear a Sarmiento y a los docentes que ponernos a trabajar y seguir trabajando juntos, las familias, los maestros, los niños, y todos los sectores de la sociedad pensando que el mejor camino para formar a una persona es la educación.

Para lograrlo debemos basar nuestras acciones en los valores fundamentales que los seres humanos debemos desarrollar para vivir en libertad y con justicia.

La verdad, la honestidad, diciéndole no a las drogas, la violencia, la injusticia, la contaminación y el autoritarismo.

Para finalizar voy a leer una frase de Leopoldo Lugones: “¿Sarmiento más que un hombre es una época! Feliz día.”

Dando por concluida la ceremonia se depositó una ofrenda floral al pie del busto a Sarmiento y se elevó al tope del mástil la bandera nacional.