Cuando en el año 1806 se estableció el trazado rectangular del pueblo, el señor Juan Francisco Soto donó un terreno (que corresponde al actual emplazamiento del templo) y se comenzó la construcción de una capilla bajo el amparo de Nuestra Señora del Rosario, protectora y patrona de Goya.

Dicha construcción consistió en levantar paredes de ladrillos sin torre, con un campanario formado por un maderamen sostenido por cuatro postes de palmeras y una sola nave. En 1857 una comisión de vecinos emprendió la construcción del templo con las dimensiones actuales, tomando como parte la edificación existente.

El 15 de Agosto de 1884 fue inaugurada solemnemente. El 10 de Abril de 1961, el Papa, por medio de una bula crea la diócesis de Goya y la eleva al honor de ser Sede de su Obispo. Fue obra del arquitecto Francisco Pinaroli de quien, por el momento, se encuentran buscando todo tipo de documentación que él pudiera haber dejado sobre la edificación de esta joya arquitectónica, la Iglesia Catedral “Nuestra Señora del Rosario”.

Hace dos días la iglesia de la segunda ciudad se encuentra bajo la mirada de todos, porque en su interior se descubrió un pozo de larga data del que, estiman, se sacaba agua para la construcción de la Iglesia.

Aun, según el arquitecto Dacio Agretti, no se puede determinar qué características tiene e investigarán de qué se trata. No afecta la estructura de la edificación en sí y, ya por orden del Obispo se documentará históricamente lo que allí se encuentre.

Agretti junto a otros especialistas es el encargado de constatar el estado del aljibe encontrado en la Catedral de Goya. “El Obispo nos convocó para ayudarlo a definir y ver de qué se trata” señaló el arquitecto y destacó que “es un hallazgo arqueológico porque estamos hablando de un pozo de más de 150 años ya que la catedral se construyó en el año 1961”, indicó a época.

Si bien aún no hay precisiones de si el pozo hallado es más antiguo que la catedral goyana o forma parte de su construcción, Agretti mencionó que “tiene las características de un pozo de agua, de alrededor de un metro y medio de ancho y no se sabe aún cuál es su profundidad”. Señaló también que “es un pozo de ladrillo antiguo lo que nos ayuda a confirmar por el tamaño de los ladrillos que se trata de una construcción del siglo anterior”.

Por su parte, el cura párroco de la Catedral de Goya, el prebístero Juan Carlos López dijo que de algún modo ya sabían de la existencia del pozo, que resulta ser un aljibe contenedor de agua pluvial. De todas maneras, arquitectos e historiadores de la ciudad trabajan para documentar y valorar lo que representa la construcción para el patrimonio cultural de la ciudad.

“Acá existía un aljibe, contenedor del agua pluvial. De este pozo se sacaba el agua para la Catedral”, indicó y, al mismo tiempo aseveró: “Primeramente decimos que no hay ningún dramatismo, esto no afecta para nada a la estructura de la Catedral; sí al piso central, en un radio de pocos metros”.

“Ahora más tranquilos, analizaremos junto con los arquitectos para poder documentar históricamente lo que encontramos, qué función ha tenido esto, como para también valorar”, aclaró.

Fuente: diario Época