| 09/10/2016

Algunos días después de confirmar el cierre de su planta en Puerto Tirol, el CEO de la hilandera TN Platex, Teddy Karagozián, le puso números a la compleja situación que atraviesa la industria textil en el país. En una entrevista que reprodujo ayer un diario nacional, reconoció que la fábrica chaqueña requiere de “muchas inversiones” para su reapertura y que no existe una fecha cierta para concretarla. Además, reveló que los 1500 empleados de las demás plantas están cobrando el 70% del salario.

Según publicó El Cronista Comercial, el desplome de la demanda interna, el sobrestock y la competencia de productos importados pusieron en jaque a TN Platex, la mayor fábrica textil y de hilados del país. A fines de septiembre, la firma de la familia Karagozian tomó la decisión de discontinuar la producción en su planta del Chaco y está trabajando a un 60% en otras siete fábricas en La Rioja, Tucumán y Corrientes.

“Atravesamos una situación muy difícil, como está ocurriendo en la mayoría de las industrias. Tenemos un sobrestock y no hay demanda para nuestra oferta. Pero esperamos que la situación comience a mejorar para fines de este año y se revierta en marzo del año que viene”, comentó Karagozián.

“Tuvimos que tomar la difícil decisión de cerrar nuestra planta en Puerto Tirol (Chaco), e indemnizamos como corresponde a todos los trabajadores que ninguna culpa tienen”, admitió el ejecutivo. “Existe la posibilidad de que podamos reabrirla en 2017, pero esto requerirá muchas inversiones. Confiamos en que para entonces, las tasas sean adecuadas”, señaló.

La fábrica, que funcionaba desde hacía 20 años en la localidad chaqueña y empleaba a 170 personas, “funcionó durante varios años subsidiada por las otras fábricas del grupo, mientras mantuvimos un buen nivel de actividad y de ventas”, señaló en un comunicado la empresa, destacando que “en 2014, ante la necesidad de modernizar esa planta, solicitamos un crédito de 80 millones de pesos, que nunca se materializó”.

Después del verano

En cuanto al destino de los más de 1500 trabajadores empleados en las restantes siete fábricas del grupo, Karagozian aseguró que “el personal está cobrando el 70% del salario, y esperamos recomponer pronto la situación. Ya estamos viendo atisbos de mejoras, y esperamos después del verano, volver a trabajar a un 90% de nuestra capacidad”. El Ejecutivo destacó que “al menos tenemos diálogo con el actual Gobierno, que escuchó las demandas de nuestro sector y se están moderando las importaciones”.

Pero agregó que no se trata del único problema. “Somos una actividad intensiva en mano de obra y tenemos altos costos laborales, sumado a la presión impositiva. Hoy los impuestos alcanzan al 25% del valor de una prenda, hay otro 15% de costos de las tarjetas de los bancos, y otro tanto de alquiler, según un estudio que hicimos en la Fundación Pro Tejer.

Sólo el 20% del precio final son los costos de producción”, sostuvo el empresario. Karagozian señaló que, a pesar de la crítica situación por la que atraviesa su empresa “no se están usando los Repro (Programa de Recuperación Productiva, un subsidio que otorga el ministerio de Trabajo para abonar los sueldos). Somos muy cuidadosos en los instrumentos de ayuda que pedimos”, apuntó.


“Parece que los funcionarios tomaron nota para modificar la altísima carga impositiva”

En un mensaje dirigido a proveedores, clientes y amigos, Dino Karagozian, director y accionista de TN Platex, habló de las razones del cierre de la planta en Puerto Tirol, la incertidumbre sobre su reapertura y el complejo contexto en que produce hoy la industria textil en el país. En un formato de preguntas y respuestas, el empresario dio varios mensajes.

-¿Qué pasó con el personal de Puerto Tirol?

-Se llegó a un acuerdo de justa indemnización con nuestra gente, el sindicato y el Ministerio de Trabajo.

-¿Nunca más la van a abrir?

-Está en nuestros planes modernizarla en cuanto podamos. No sabemos cuándo será esto.

-¿Es verdad que la planta tenía problemas?

-Sí, básicamente cuatro: falta de ventas de sus productos; maquinaria que no se llegó a modernizar; el piso de la fábrica se está hundiendo y no se pueden poner máquinas de última tecnología sin arreglar las bases (se descalibran y rompen los componentes); y los altos costos.

-Pero dicen que hay otras fábricas suyas paradas...

-Es verdad. Durante todo este año hemos tenido que suspender parte de la producción en forma rotativa entre dos o tres de nuestras siete fábricas.

-¿Cómo lo hicieron?

-Adelantando vacaciones y/o suspendiendo al personal.

-¿Cuánta gente tienen ustedes?

-Trabajan con nosotros, de manera directa, 1.500 colaboradores. Algunos de los cuales son segunda y tercera generación trabajando en la misma empresa.

-El año pasado dijeron que habían invertido mucho en comprar nueva maquinaria.

-Es verdad. Fruto del buen año que tuvimos de ventas en 2015 hemos podido reinvertir en tecnología en muchas de nuestras fábricas. En los últimos diez años hemos invertido más de 50 millones de dólares de nuestro propio flujo de fondos. Esto significa que no hemos usado créditos bancarios privados ni estatales. Hoy, a pesar de tener la planta del Chaco inactiva, tenemos una capacidad de producción de hilado mayor que en 2015 y hemos mejorado mucho la calidad también.

-¿Las ventas de hilado estuvieron mal este año?

-Sí. Lo mismo que telas, ropa, autos, alimentos. Aproximadamente la baja fue de un 30%.

-¿Son los únicos que cerraron una planta?

-Casi todos han suspendido parte del personal (o todo) y también adelantando vacaciones. Algunos salieron en la prensa y otros no. Lo más probable es que el que no la haya hecho todavía (no conocemos a ninguno) lo tenga que hacer por excesos de stocks.

-¿La cerraron porque daba pérdida o también para dar un mensaje político?

-Nosotros no damos mensajes políticos. Y menos suspendiendo o despidiendo a nuestros colaboradores, algunos de los cuales eran técnicos y tenían más de 20 años de antigüedad y, además, tanto nos costó formar.

-¿Por qué?

-Varios factores que se conjugaron. Las importaciones, porque el gobierno aprobó el año pasado miles de DJAI para la importación de productos textiles. Como el gobierno anterior dificultaba enormemente su aprobación, los importadores iniciaban el trámite de las DJAI hasta quince veces más de lo que realmente necesitaban. Esto fue luego un festival de importaciones que afectó tremendamente la industria nacional. La buena noticia es que el gobierno reconoció el error y están actuando, lentamente, en solucionarlo. También el dólar “barato”; las altísimas tasas de interés bancarias para financiar inversiones que hacen cualquier tipo de inversión muy difícil; y producto en parte de lo anterior, la falta de consumo; el exceso de stocks en la cadena industrial hizo que estos se fueran consumiendo de a poco en vez de realizar compras; el 60% del precio final del textil en el comercio es impuesto; y un factor no menor es el costo del transporte interno argentino, porque es más caro un flete Tucumán-Buenos Aires, que de China o a Europa a Buenos Aires.

-¿Y ustedes qué hicieron?

-Estamos en continuo contacto con los respectivos ministerios, tratando de informarlos de la situación imperante de todo el sector. Lo que realiza la Fundación ProTejer es muy importante también en este sentido.

-Dicen que TN&Platex está a la venta y los Karagozian se van del país.

-Ninguna de las dos cosas es verdad. Ni tampoco pensamos en vender ni irnos. Estamos en el país desde el año 1948 (hace 68 años), desde que llegó nuestro padre, aquí crecimos y nos educamos. En lo único que pensamos es en crecer en la industria textil.

-¿Cómo ven las perspectivas para el 2017?

-Mucho mejor.

-¿Por qué?

-Varios motivos. Este es un ciclo más económico. Siempre después de un tiempo bueno, viene uno no tan bueno. La buena noticia es que luego viene otro bueno. El gobierno se está enterando que ciertas políticas de apertura indiscriminada afectan inmediatamente al trabajador argentino. Varios funcionarios nos han comunicado que están pensando en nuevas medidas para reactivar el sector textil, modificando ciertas leyes y otorgar beneficios de diferente tipo. Especialmente a las provincias del norte. Las tasas de interés irán bajando, aunque lentamente. Y parecería que funcionarios han tomado nota y tratarían de modificar la altísima carga impositiva de la cadena industrial (60% del valor de una prenda textil es impuesto). Desde el gobierno están pensando ser más estrictos con la administración de comercio exterior (importaciones). Ojalá también se pueda hace algo contra la industria del juicio que tanto afecta a los pequeños y medianos empresarios que quieren dar nuevos trabajos.

-¿Qué va a pasar con el consumo de fibra el año que viene?

-Seguro que será muy superior y mejor al de 2016.

-¿Cómo ven los precios de fibra para el año que viene?

-Creemos que los precios de hoy son un “piso” para el año que viene. Esto es lógico.

-¿Van a “aflojar” con las exigencias de calidad?

-Con respecto a la contaminación vegetal es imposible aflojar, pues hace costosísimo hacer hilado con contaminación y luego, además, ese hilado no lo compra nadie.

Fuente: Diario Norte