Corrientes, en los primeros años del Siglo XIX, no  era distinta a las demás ciudades de la  Colonia. Tenía las características que le imponían las barrancas del Río Paraná, una aldea  pobre, con calles irregulares, veredas altas y sus casas con techos de palma o de paja.

La vida se desarrollaba en torno al río, por la necesidad de tener agua para el uso cotidiano. Es así que se acarreaba en cántaros, además “... lo único que en su edificación chata sobresalían, pero sólo por su tamaño y sus torres, eran las iglesias de sus tres conventos y sus tres capillas;incluso sus rancherías ocupaban una cuarte parte del perímetro urbano”.

La plaza era lugar de pastoreo de los animales domésticos de los vecinos, a pesar de las reprimendas del Cabildo; en el predio que actualmente ocupa la Casa de Gobierno, se levantaba la Iglesia Matriz (principal) y en el mismo lugar en el que hoy se halla, lo hacía la Iglesia “Ntra Sra de la Merced” con su convento.

Los días eran aburridos pero no tristes; los hábitos eran los clásicos; el idioma guaraní era la base de la conversación diaria. La sociedad estaba severamente jerarquizada a la usanza española que se aproximaba más al Siglo XVI que al XIX.

El Clero ocupaba la cúspide de esa jerarquización, ya que representaba la intelectualidad y además, ejercía gran influencia sobreel resto de la sociedad, principalmente en las familias de estirpe en las que era común que uno de sus hijos sea eclesiástico, ya sea secular o regular, algo que daba prestigio.

Seguían en importancia los funcionarios reales pero los receptores de la mayor reputación eran los estancieros, que descendían de los encomenderos.

Este sector, el de los hacendados, integraban el Cabildo y eran verdaderos señores feudales, defensores a ultranza de las costumbres españolas. Además, existían numerosas industrias caseras para los gastos del hogar y era escasa la circulación monetaria.

El interior de los hogares no mostraba mayores lujos.

Después de sancionada la Ordenanza de Intendentes, se desarrollaron algunas industrias, talleres y fábricas como las de: cuero,zapatería, talabartería, carretería y astilleros.

En lo que hoy es la jurisdicción del Departamento Capital y para esa época, la población, es muy posible, haya tenido unos cuatro mil habitantes, cálculo estimativo que se hace teniendo los datos del Censo ordenado por Francisco Ramírez en el año 1820 y que muestran un total de siete mil habitantes.

La noticia de la Revolución de Mayo:

Para la época que nos interesa, se habían agudizado las diferencias entre patricios, encabezados por Don Juan Esteban Martínez, y el sector de los peninsulares a cuyo frente estaba Don Manuel Vedoya, quien en 1805 había conseguido colocar en el cargo de Alcalde de Primer Voto a uno de sus partidarios.

Pero con la designación como Virrey de Don Santiago de Liniers, la posición de los patricios se fortaleció pues el hermano del yerno de éste contrae matrimonio con una hija de Don Juan Esteban Martínez, quien valiéndose de esta circunstancia, logró que el Comandante de Armas Pedro de Fondevila fuese nombrado como nuevo Alcalde
de Primer Voto.

Pero ante la protesta de los peninsulares, quienes denunciaban que Fondevila había sido elegido con el único voto de Martínez, ante la Real Audiencia, a la que se interpuso un recurso patrocinado por el Dr. Mariano Moreno, la mencionada institución falló a favor del reclamo.

La relación entre patricios y peninsularesse fue agravando y en estas circunstancias, el 16 de junio de 1810, se conoce la noticia de lo ocurrido el 25 de mayo, siendo en esos momentos Teniente de Gobernador Pedro Fondevila; en el Cabildo, la mayoríaestaba en manos de los peninsulares
.
El encargado de anoticiar de lo que ocurría en Buenos Aires es el Coronel José Espínola y Pena y ponía enconocimiento la renuncia de Cisneros y la resolución de la Junta de Gobierno que había asumido en su reemplazo.

Se invitaba al Teniente de Gobernador Pedro de Fondevila que se envíe un Diputado por Corrientes, quien con los otros representantes de los pueblos que conformaban el antiguo Virreinato, decidirían en Congreso, la forma
de gobierno a adoptar.

Además, en el comunicado, se solicitaba el reconocimiento a la Junta de Gobierno y también se solicitaba la designación de un diputado para sumarse a la misma. La respuesta de los dos sectores en conflicto fue la de reconocer a las autoridades constituidas y, acto seguido, se preparaban para la elección del representante correntino.

La Elección del Representante por Corrientes:

Para cumplimentar con lo solicitado, los cabildantes fueron convocados para una sesión extraordinaria; el
18 de junio se conformó una lista de vecinos que en conjunto con las autoridades del Cabildo, ejercerán el derecho asufragar para elegir al diputado. Tanto patricios como peninsulares estuvieron representados en igualdad de condiciones y se convocó al Cabildo Abierto para el 22 de junio de 1810
.
El candidato de los peninsulares era el Vicario de la Iglesia Matriz, Dr. Juan Francisco Castro y Careaga; el postulantepor el sector patricio era el Dr. José Baltasar de Casajús, Vicario General del obispo del
Paraguay. También se postulaba alguien de mucho prestigio: Don Isidro Martínez y CiresOtros candidatos eran: el DrJosé Simón García de Cossio, quien hacia esa época se desempeñó en Buenos Aires como Fiscal de la Real Audiencia;el Dr Juan FranciscoCabral

El cómputo final de votos resultó el siguiente resultado: El Dr. José Simón García de Cossio: 23 votos; Don Isidro Martínez y Cires: 6 votos; Dr. Juan Baltasar de Casajús: 2 votos; los doctores Juan Francisco Castro y Careaga y Juan Francisco Cabral: 1 voto cada uno.Corrientes fue el primer pueblo del antiguo Virreinato en elegir Diputado; el Dr. José Simón García de Cossio, al aceptar la designación, dijo: “... que no estaría demás se les dieran competentes instrucciones...”

Así entonces, se desarrollaron los acontecimientos en Corrientes, antes y durante los sucesos
que llevaron al reemplazo del Virrey y de la constitución de una Junta de Gobierno.

Como correntinos, podemos decir, con orgullo, que la dirigencia de la época dio muestras  fehacientes de que a pesar de las diferencias irreconciliables que existía entre patricios y peninsulares, priorizaron el acuerdo y en una elección ejemplar, respetaron los resultados que llevaron a que el Dr. José Simón García de Cossiosea el representante por Corrientes en la Junta Grande de Gobierno de Buenos Aires.

Trabajo realizado por el Profesor Carlos Cassarino