La niña madre ya tiene en sus brazos al bebé, en horas de la mañana lo sacaron de la incubadora y en el transcurso de los próximos días recibirán el alta médico del Hospital Regional de Goya. La niña se encuentra en perfecto estado de salud y es asistida constantemente por personal de salud. El bebé llamado Eduardo recupera peso día tras día.

La niña que fue mamá vive en estado de extrema pobreza junto a su familia que está compuesta por 9 personas, la niña que fue mamá con 11 años recién cumplidos, vive con sus otros 6 hermanos en una misma pieza junto a su mama y padrastro, donde solo cuentan con 3 camitas para todos.

María Rojas de 42 años, mamá de la niña, contó que duermen en el piso, y al ser consultada por el embarazo de su hija, dijo, “al principio me enojé mucho pero después la acompañe en todos los controles”.

María Rojas, separadas de su primer marido y juntada con Juan Pablo Gómez de 62 años de edad, viven junto a sus 7 hijos en la 5º sección rural de Goya, “Paraje Santa Rita”, en un rancho de madera, donde su único ingreso económico es la asignación familiar por hijo y una jubilación nacional, la que garantiza la comida todos los días, ya que desde la provincia no han sido visitados nunca a no ser en época de elecciones contaron.

La niña llamada Milagros S. de 11 años de edad, cursa el segundo grado en la escuela Nº 504, tuvo un noviazgo con el joven Fabián Cuevas de (19), que vive en San Antonio Isla, quien ya dijo que se hace cargo del bebé. Para la mamá de la niña la relación con el joven era normal y consentida hasta que quedó embarazada. Allí comenzaron los controles en la ciudad de Esquina y finalmente el parto se dio en el Hospital de Goya Camilo Muniagurria, alumbrando a un bebé de 8 meses de gestación.

En la familia el embarazo precoz ya se había dado en otra de sus hijas que a los 13 años quedó embarazada, hoy la joven ya tiene 15 años y un bebé sano. Pero la familia Rojas está pasando un momento durísimo en lo económico, el rancho donde viven no cuenta con energía eléctrica y se abastecen de agua mediante un pozo. Las niñas deben caminar más de una hora para poder llegar a la escuela, que han dejado de lado por el momento por lo difícil de llegar. Sus escasos ingresos económicos solo habilitan a la subsistencia.


Fuente: Tn Goya